Impacto de los parásitos en tu salud: síntomas, causas y soluciones
Los parásitos son organismos que viven dentro o sobre un huésped, alimentándose de él y, en muchos casos, causando daños. Aunque se asocian comúnmente con regiones tropicales o condiciones de insalubridad, su incidencia es mucho más común de lo que podrías imaginar, incluso en países desarrollados. Los efectos de los parásitos van más allá de problemas digestivos, afectando la salud integral de quienes los padecen. En este artículo, exploraremos los síntomas, causas y soluciones para tratar los parásitos desde una perspectiva holística, con énfasis en la medicina natural y la detoxificación como clave para restaurar el equilibrio del organismo.
¿Cómo impactan los parásitos en tu salud?
Los parásitos afectan de diversas maneras al cuerpo humano, causando problemas digestivos, fatiga, alteraciones inmunológicas, problemas dermatológicos y cambios emocionales y mentales. Sin embargo, es importante destacar que es realmente difícil evitar por completo la exposición a parásitos debido a factores como la contaminación de alimentos, el agua y el entorno en general.
No te alarmes, la clave está en saber cómo evitarlos en la medida de lo posible, tener una salud que no promueva que se reproduzcan, y realizar desparasitaciones periódicas.
Aquellas personas con un sistema inmunológico debilitado, desequilibrio del pH intestinal o hábitos de vida poco saludables son más propensas a sufrir sus efectos adversos. Mantener una salud intestinal equilibrada, a través de una dieta adecuada y buenos hábitos, es crucial para minimizar su impacto.
Los parásitos pueden provocar una amplia gama de problemas de salud, ya que afectan diferentes sistemas del cuerpo. Si bien los parásitos intestinales como lombrices o protozoos son los más conocidos, existen otros que también influyen negativamente en el sistema inmunológico, nervioso e incluso en la salud mental.
Señales que indican la presencia de parásitos en tu organismo
Es clave saber los síntomas parásitos para actuar rápido. Algunos síntomas comunes son diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y fatiga. Estos pueden cambiar según el tipo de parásito y la gravedad. Una infección parasitaria además va a producir una alteración en el sistema inmune que deriva en una inflamación sistémica. Puedes ver más información sobre la inflamación en este artículo.
Para saber si tienes parásitos, observa los cambios en tu cuerpo. Algunas señales son:
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Problemas digestivos persistentes: Diarrea crónica, hinchazón, estreñimiento o náuseas frecuentes pueden ser indicativos de infecciones parasitarias.
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Fatiga inexplicable: Sensación de agotamiento constante, incluso después de descansar adecuadamente, podría deberse a parásitos que consumen nutrientes esenciales.
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Problemas en la piel: Erupciones, picazón, urticaria o eccema que no responden a tratamientos convencionales pueden ser una señal.
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Desequilibrios emocionales: Ansiedad, irritabilidad y depresión podrían ser causadas por toxinas liberadas por los parásitos. Además, el sistema nervioso puede alterarse debido a la inflamación sistémica que causan. Algunos parásitos tienen la capacidad de modificar la acción de algunos neurotransmisores, afectando al estado de ánimo y a la voluntad de la persona.
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Bruxismo o rechinar de dientes: Es común en personas con parásitos y ocurre especialmente durante el sueño.
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Pérdida de peso inexplicada: Adelgazar sin cambios en la dieta o actividad física puede estar relacionado con infecciones parasitarias.
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Problemas inmunológicos: Infecciones recurrentes, alergias nuevas o exacerbadas son indicativos de un sistema inmunitario debilitado, posiblemente por parásitos.
- Adicción por los carbohidratos. Los azúcares son el alimento preferido de los parásitos. Si tienes siempre ganas de dulce, podría haber algún parásito que fuera responsable.
- Dificultad para dormir. Si tienes insomnio, te despiertas mucho por la noche, piernas inquietas
Si notas estos síntomas, y estos se agudizan en días de luna llena, podrías tener una infección parasitaria. Los parásitos en luna llena están más activos y es el momento en el que ponen sus huevos.
Principales causas de infección por parásitos
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Alimentos y agua contaminados: Consumir alimentos mal cocinados, crudos o agua no potable es una de las vías más comunes de infección. Las frutas y verduras mal lavadas también pueden ser portadoras de huevos de parásitos.
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Contacto con animales: Los animales de compañía o de granja pueden ser transmisores de parásitos si no se manejan de manera adecuada.
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Higiene deficiente: El contacto con superficies contaminadas o la falta de lavado de manos después de ir al baño o manipular alimentos puede facilitar la infección.
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Viajes internacionales: Visitar regiones con menor acceso a servicios sanitarios incrementa el riesgo de exposición a parásitos.
La detoxificación es la herramienta más efectiva
Una correcta terapia integrativa aborda los parásitos desde una perspectiva integral, entendiendo que su presencia no solo depende de la exposición externa, sino también del terreno interno donde se alojan. Un mal equillibrio intestinal, un sistema inmunitario debilitado y un hígado sobrecargado, es un entorno ideal para que los parásitos prosperen.
El objetivo no es solo eliminarlos, sino también crear un entorno en el que no puedan sobrevivir. Esto se logra a través de la detoxificación, cambios en los hábitos alimentarios, y el uso de plantas y suplementos naturales.
Cuando hacemos una detoxificación, es importante comprender que no sólo se debe hacer una desparasitación, sino también reestablecer el equilibrio que haga incómodo el entorno para que proliferen los parásitos.
Si hacemos una desparasitación sin tener en cuenta un correcto equilibrio del ph en el estómago, o un correcto equilibrio en el sistema nervioso, lo más seguro es que no los eliminemos de manera efectiva. El Método DRI, tiene en cuenta esta visión global de todo el organismo a la hora de detoxificar, aplicando los protocolos en el orden natural. Tienes más información en este enlace.
Te enumeramos varios de los puntos clave a tener en cuenta:
Alimentación anti-parasitarios: Incluye en tu dieta alimentos con propiedades antiparasitarias como el ajo, la cebolla, las semillas de calabaza, el coco y el ajenjo. Estos ayudan a debilitar a los parásitos y facilitan su expulsión.
Hidratación adecuada: Beber agua filtrada, sin contaminantes y en cantidades suficientes es esencial para mantener el sistema linfático activo y apoyar la eliminación de toxinas.
Suplementos naturales: Hierbas como el árbol del neem, el clavo y el aceite esencial de orégano, son conocidos por su capacidad para combatir parásitos.
Apoyo hepático: El hígado es el órgano principal de detoxificación. Sustancias naturales como el cardo mariano y el desmodium pueden fortalecer su función durante el proceso de eliminación de parásitos.
Control del estrés: El estrés debilita el sistema inmunitario. Prácticas como la meditación, la respiración consciente y el contacto con la naturaleza, mejoran la capacidad del organismo para combatir infecciones.
Los parásitos representan un desafío para la salud que a menudo pasa desapercibido. Sus efectos van más allá de lo digestivo, impactando de manera integral el bienestar físico y emocional. Adoptar una visión holística, centrada en la detoxificación y el fortalecimiento del sistema inmunológico, es clave para abordar este problema de manera efectiva. Al integrar hábitos saludables, una dieta adecuada y remedios naturales, no solo podemos eliminar los parásitos, sino también prevenir su aparición y promover una salud óptima.
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